Cansada, aturdida, angustiada.
Apenas un suave manto de seda cubre mi piel
me da sensación de libertad,
sólo pienso en lo que veo
dejo detrás lo que tengo.
La espuma del mar abre sus brazos, me invita a danzar
entre las olas que van y vienen me dejo llevar,
cierro los ojos y le pido un deseo al mar.
Me acompaña el canto del viento y del agua, formando una melodía de paz
me pierdo dentro del profundo océano,
Su movimiento ondulante te atrapan en una orilla lejana
y te sumerge en el frío océano
te trae junto a mí, provoca rozar nuestros cuerpos
empapados y excitados por el encuentro.
Tus brazos no me dejan caer,
mi ser se transforma en una cristalina piel
que reviste cada átomo de tu cuerpo
fundiéndonos eternamente en el amanecer.